La crisis económica y el paro provocan que muchas
personas aprovechen para reinventarse. Es el caso de Alfred, un joven
jardinero que se quedó sin trabajo y decidió adquirir un terreno para
crear un huerto ecológico y vender sus propios productos. Lo está haciendo en Badalona
junto a dos personas más. Han pasado tres meses y no les está yendo
nada mal: un gran número de pedidos, repartos a domicilio y ofertas de
productos gracias al éxito que están obteniendo.
“Cuesta mucho poner este tipo de proyecto en marcha porque partíamos
sin recursos económicos”, cuenta Alfred Jaime Madera, uno de los tres
responsables de Els tres pebrots (Los tres pimientos).
La inversión más grande para tirar adelante un proyecto de estas
características es la adquisición del terreno y gracias a un trueque con
el propietario, pueden trabajar en uno de Alella a cambio de una parte
de la producción. Ellos conrean verduras pero venden frutas gracias al
acuerdo al que han llegado con otros campesinos.
“Requiere mucha dedicación”, dice Alfred, quién ha hecho un esfuerzo
para adentrarse en el mundo de la horticultura ecológica. “No sólo creo
en el proyecto, sino en la filosofía que le rodea”, cuenta el
responsable del huerto. Y es que trabajar sin fármacos químicos y sin
insecticidas aumenta aún más las horas de dedicación. “Hay que buscarse
la vida al margen de lo establecido”, dice Alfred Madera.
Se trata de un proyecto en período de prueba ya que acaban de empezar
y sus clientes de momento son familiares y amigos, pero el radio se
está ampliando cada vez más. Hace cuatro semanas que han empezado a
vender sus primeras frutas y verduras y ellos mismos se sorprenden de la
acogida que está teniendo el proyecto. Se trata de un huerto 2.0 ya que
pueden hacerse los pedidos por internet y una vez a la semana, se
trasladan a la sede de alguna entidad de Badalona para hacer el
reparto.
De momento, lo han hecho en el Casal Antoni Sala i Pont y en la
asociación de vecinos del Centre, pero Alfred Jaime Madera explica que
su objetivo es acercarse a los diferentes barrios de la ciudad para
poder hacer repartos en diferentes zonas. Recomiendan pedir los
productos con antelación ya que se han encontrado con que los clientes
acuden a ellos cuando ya no disponen de mercancía. Ahora, han empezado a
hacer repartos a domicilio y gracias a la complicidad de amigos y
vecinos, podrán empezar a reducir los precios.
“Nuestros precios son más económicos que la oferta ecológica que
pueda encontrarse y un poco más elevados que en el mercado tradicional”,
cuenta Madera.
Después del esfuerzo de arrancar un proyecto de estas características
les viene uno no menos importante: formar una empresa. Después del
éxito que están obteniendo en Badalona, tienen claro que crearán un
negocio de productos ecológicos. Primero han aprendido sobre
agricultura, ahora es el turno de crear un plan empresarial. Es cuestión
de reinventarse.
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